Carlos Ivan Torres Ornelas

Pintor Mexicano de Guadalajara Jalisco. Egresado de la Universidad de Guadalajara.

Muestra de Trabajos Pictóricos, Dibujos, Grabados e Ilustraciones entre otros.


EXPOSICIONES RELEVANTES
Seleccionado para exponer en el concurso de “Atanasio Monrroy” 2005.
Exposición colectiva en el café galeria Chai, el 13 de enero del 2006.
Exposición en el “XV Salon de la Plastica Joven”, en el CAM de Guadalajara el 7 agosto de 2006.
Exposición colectiva “Sans Pretencione” en la torre Cube el17 de octubre del 2008.
Exposición “Encubadora de Arte Contemporánea 2” en el de Santos, el 23 octubre de 2008.
Mención honorífica en el concurso “Salón de Octubre” 2008.
Mención honorífica en el concurso “José Atanasio Monroy” 2008.
Seleccionado en la exposición del concurso “Salón de Octubre” 2009.
Exposición individual en “Foro de Arte y Cultura de Guadalajara” 29 enero 2010.
Seleccionado para la exposición del concurso"salón de octubre 2010".
Exposición individual "Centro Cultural Casa Vallarta" 18 mayo 2011.
Exposicion individual "Casa Museo Lopez Portillo" 5 julio 2011.
Exposición individual "Museo Fernando del Paso" Colima,Colima, Mex. 23 Septiembre 2011.
Seleccionado para la exposición del concurso "Salòn de Octubre 2011".
Exposicion individual de ilustracion en galeria “2do Piso” 20 marzo 2012.
Exposicion individuall de ilustracion “Teatro Universitario de Colima”
en el marco del Festival Colima Jazz del 7 al 9 de junio 2012.
Exposicion individual en “Galeria Juan Soriano” el 15 de junio de 2012.


lunes, 10 de agosto de 2015

CARAS VEMOS 2015 EX CONVENTO DEL CARMEN







CARAS VEMOS

Caras vemos es una expresión de uso popular, en la que la frase se completa “caras vemos, corazones no sabemos” alusivo a los sentimientos del otro, al hablar de sentimientos, hablamos también del pensar, del como actuamos, de cómo realizamos tal o cual cosa o acto, esto nos lleva a un razonamiento critico, un juicio que puede ser de ética y moral, es por eso que la frase que menciona el titulo, alude y es usada también como una advertencia hacia el otro individuo con el que interactuamos, una advertencia que es una incógnita todo el tiempo, ya que no sabemos si es para bien o para mal, el engaño de las caras que no muestran su sentir hasta no profundizar con la persona.

Así pues, el retrato aborda una definición de lo que pudiera ser el individuo, al menos, a primera instancia, en la imagen que refleja, este nos puede dar pistas de su pensar, de sus acciones, o de su modo de vida; lecturas sociales que se dan predeterminadas,  y que en ocasiones o en su gran mayoría pudieran ser erróneas.

Es por eso que al abordar a los personajes retratados, en una experiencia personal, resulta interesante darse cuenta que, aquel que tiene la cara tatuada, llena de líneas, aretes que le cuelgan de nariz y orejas expandiéndolas de manera inusual, no sea una especie de extraterrestre trastocado,  siendo incluso, una persona allegada a las actividades artísticas locales; o que un cholo no sea solo un cholo que te quiere vender hules para tu coche en el estacionamiento, sino que resulta estar interesado para participar en una de serie de retratos, volviéndose una persona accesible, e interesada en algo que resultara ser un proyecto artístico.

Como resultado además de esta búsqueda de personajes, la búsqueda del lenguaje de la plástica, dentro del retrato, da como resultado una serie de variantes compositivos, experimentando el dibujo, la pintura y el color, en una propuesta que trata de reflejar un vinculo con el contexto actual.

























EL PODER EL ROSTRO

A través del tiempo se han realizado diversas representaciones del individuo y de esta manera se ha involucrado El poder del rostro, se ha llevado a cabo:
El retrato de los intelectuales
El retrato de los nobles
El retrato de idealizado
En esta serie propuesta por el autor acerca del sujeto, deriva por el interés de la influencia de este en su contexto, como opera, como se presenta y hablando de esta disciplina (la pintura), su posibilidad como medio, no sólo la composición, el color o demás elementos del plano pictórico.

En su trabajo Carlos Torres ha tomado como premisa, el dicho “Caras vemos" y el significado que este puede tener (significa que nadie sabe lo que hay en el interior de otro. Que a veces las cosas no son lo que parecen, y seguramente te está diciendo que no te dejes llevar por cualquier cosa ya que pudieses llevarte alguna decepción).
Por otra parte, la frase funciona como juego, así como para advertirnos lo que ha sido dicho (En la pintura, en el retrato). Puede funcionar también para saber que ha sido indicado (En este medio y con este tipo de imágenes), al igual puede ser incluido cualquier tipo de comentario, desde el más gracioso, hasta el más serio. Así mismo, esta frase puede significar algo que no tiene nada que ver con el sentido literal de lo que se ha dicho.

Por otra parte, en la propuesta de Carlos en mi parecer, pueden distinguirse dos  motivos fundamentales, el primero es, que el hacedor de imágenes (en este caso pinturas) esté continuamente replanteando su lugar, no sólo preguntándose el por qué sigue pintando, sino para qué y cómo seguir haciéndolo siempre hacia una nueva definición de lo considerado en las imágenes (pintura/retrato). Éstas representaciones de las personas que Carlos ha llevado a cabo no para definir las cualidades ni las condiciones morales del sujeto retratado, sino, para producir al menos en él, una reflexión acerca de este quehacer, el pictórico y los alcances que este tiene o puede tener.

El retrato siempre tiene algo de íntimo y algo de público, una tensión entre exponerse y distanciarse, se muestra y se oculta siempre algo. De este modo se codifica y se corresponde la función en la sociedad con el modo de representación, en que lo importante es el rostro y la mirada. Existe aquí un mayor interés hacia la representación de los rostros anónimos, de cierta manera la idealización o el embellecimiento no son necesarios.

En consecuencia, han surgido innovaciones o maneras de representar, ésta digamos, es otra de ellas, al menos en el trabajo de Carlos. Con esta pieza última, él juega con el espacio (aquél que se genera en la pintura y el espacio/habitación aquí) incluyendo la presencia física de la escultura. Por consiguiente, da mayor importancia a la materia pictórica, juega con esta materia, para componer los rasgos como si utilizara pinceladas pixeladas, el retrato se hace presente ahí exigiendo un punto de verdad, a través de unos trazos básicos, en los que se reconocen la boca, la nariz o alguna referencia particular, algo que permita aclararnos una identidad. Carlos hace que el espectador mediante la contemplación reconfigure la imagen. A través del palimpsesto y la metáfora; él posiblemente se lanza hacia nosotros para preguntarnos qué puede ser pintura hoy. Sabemos que ésta siempre ha estado ahí, como tradición, pero los diferentes sujetos (no todos) jugando con sus propios límites proponen a ésta en un estado de constante renovación. Tratando de hacer una definición en este caso, con la representación (que ya no es única por cierto) de la identidad en el mundo contemporáneo.

En resumen: El retrato, presente en todas las piezas, juega un papel importante en el desarrollo de la exposición, está esencialmente vinculado a su potencial simbólico. Para ver el poder de la cara, el rostro, seguramente para tratar de identificar las distintas funciones asignadas al sujeto.


 
 
































 





































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